Al oír esto, Sedequías hijo de Quenaana se levantó y le dio una
bofetada a Micaías. “¿Por dónde se fue el espíritu del Señor cuando salió de mí
para hablarte?”, le preguntó. 1 Reyes 22:24.
Los mentirosos, además de profundamente falsos, son tristemente divertidos.
Se animan a sobreactuar en ciertas situaciones, que alcanzan a rayar lo
ridículo. A veces, llego a pensar que los embusteros siempre creen en sus
falacias. Ellos afirman, parece que convencidos, cosas que quien conoce la
verdad sabe que no son así. Ni siquiera la duda o la vergüenza los frenan.
Mantienen sus mentiras con la mayor naturalidad.
Cuando Acab, por pedido de Josafat, pide la presencia de los profetas,
entre el grupo de mentirosos llega Sedequías, con toda su fuerza teatral en
manos. Dando un paso al frente (¡los mentirosos siempre quieren aparecer frente
a la platea real!), llamando toda la atención sobre él (solamente faltan las
luces iluminándolo), con dos cuernos de hierro en sus manos, predice que
empujarán a las cornadas al ejército sirio para afuera del territorio
israelita.
Luego de la presentación teatral, jocosa y exagerada, el rey de Judá
pedirá un profeta serio, verdadero y del Señor. En ese contexto llega Micaías.
Quizá te toque “entrar en escena” cuando la mentira esté dominando la
situación. No te acobardes por eso: nadie puede mentir a todos todo el tiempo;
pero tú siempre puedes decir la verdad a todos. Lo verdadero, más tarde o más
temprano, se mostrará como lo único válido. Lunes 18 de agosto – Sedequías
Al escuchar la predicción desalentadora de Micaías, Sedequías se
levanta y le da una bofetada (el más grande de los insultos en las culturas
orientales). El atrevimiento del mentiroso no conoce límites.
Cristo dijo que conoceríamos al árbol por sus frutos. Pero, a veces, el
árbol demora para darlos. Durante ese tiempo, es posible que los Sedequías que
te rodean aparenten con su escenificación, y quieran dominar la historia y
controlar la situación.
Quizá tú, que estás con la verdad, puedas estar sufriendo; pero el
Cielo te dará tu legítima y genuina recompensa. Aprende a esperar en aquel que
es el Camino, la Vida y la Verdad.
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