lunes, 8 de septiembre de 2014

Lunes 8 de septiembre – Josaba

Pero Josaba, que era hija del rey Joram y hermana de Ocozías, raptó a Joás hijo de Ocozías cuando los príncipes estaban a punto de ser asesinados. Metiéndolo en un dormitorio con su nodriza, logró esconderlo de Atalía, de modo que no lo mataron. 2 Reyes 11:2.

Todos los errores de tu familia y de tus antepasados sumados no son razones suficientes para que tú tengas que pecar. Por más nefasto que haya sido el ejemplo que recibiste, no es motivo suficiente para que te tengas que equivocar en tus decisiones.
Cuando Josaba, hermana del pagano rey Ocozías y nieta de la terrible Atalía, observó lo que su abuela estaba haciendo, no dudó en enfrentarla; no físicamente, tampoco buscando discutir con ella la situación; sino actuando de manera rápida, pero inteligente y cuidadosa.
Por lo que el relato bíblico presenta, Atalía ordenó la muerte de todos los posibles herederos al trono. Las mujeres no formaban parte de esa cadena de sucesión real, por lo que Josaba podía “dormir tranquila”. El problema no era con ella.
La filosofía del “no te metas” es una plaga que se extiende por nuestra existencia, y nos deja en un estado de parálisis tal que somos capaces de observar –casi impávidos– las peores injusticias. Creemos que la vida pasa por al lado, pero en realidad Dios nos pide un compromiso vital con la justicia. Si tu hermano tiene hambre, la idea es darle un pedazo de pan. Si tiene frío, abrigarlo. Si está enfermo, visitarlo. Dios no se conforma con menos.
Josaba reacciona rápidamente: salva al niño cuando estaba a punto de ser asesinado; pero lo hace con inteligencia. Lleva al pequeño al Templo, lugar que ella sabe que no será visitado por Atalía; pero lo deja con su nodriza, la persona que más tranquilidad y confianza le podría ofrecer al pequeño en un momento tan extraño y de tantos cambios en su corta existencia.
La Biblia no hablará más de la tía del rey Joás, pero ella es la heroína que nos enseña a tomar decisiones importantes (salvar la vida a un niño) con inteligencia (escondiéndolo en el Templo), pero sin perder la ternura (dejándolo en compañía de su nodriza).

Hoy será un día de decisiones para ti. No sé cuán difíciles ni cuán importantes serán. Eso sí, recuerda tomarlas con el mismo espíritu de Josaba.

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