martes, 22 de julio de 2014

Martes 22 de julio – La reina de Sabá

La reina de Sabá se quedó atónita al ver la sabiduría de Salomón y el palacio que él había construido, los manjares de su mesa, los asientos que ocupaban sus funcionarios, el servicio y la ropa de los camareros, las bebidas, y los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor. 1 Reyes 10:4.

La reina de Sabá llegó desde muy lejos para conocer al rey más sabio del mundo. Más allá de los comentarios que se podrían hacer sobre la curiosidad femenina, hay una expectativa y un interés por conocer a Salomón que llama la atención.

La Biblia dice que ella se enteró de la sabiduría del rey, y fue hasta Jerusalén para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Y Salomón respondió a todo.

Históricamente, los adventistas del séptimo día éramos conocidos como el pueblo de la Biblia. A veces me duele pensar que fue hace mucho que la gente podía preguntar cualquier asunto, por difícil que fuera, de la Biblia, y un miembro de iglesia podía responder sin complicaciones.

¿Cuántos son hoy los que consiguen explicar, enseñar y mostrar por medio de la Palabra de Dios las doctrinas básicas de nuestra fe?

¿Qué nos pasó? La respuesta es fácil, simple y contundente, al mismo tiempo que nos debería aterrorizar: dejamos de estudiar la Biblia. Solemos tomarla los sábados a las nueve, antes de salir para la iglesia.

Las actuales reinas (y reyes) de Sabá se sienten profundamente defraudadas por nuestro poco conocimiento. La gente que no es religiosa espera que nosotros, que nos autodenominamos religiosos, tengamos –por lo menos– información de lo que decimos creer.

La reina de Sabá, que naturalmente era pagana, quedó atónita, dice el texto, cuando vio la sabiduría del rey, así como el palacio que él había construido, y –termina diciendo– “los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor”. Durante el tiempo que la reina de Sabá estuvo en Jerusalén, Salomón mostró a su visitante, entre los elementos importantes, los aspectos religiosos, que estuvieron presentes.


En tu vida, frente a los no cristianos, ¿te muestras como un adorador del Señor del cielo? La religión ¿es algo importante en tu vida? Si alguien te visitara, ¿quedaría impactado por tu culto? No creo que alguien viaje miles de kilómetros para preguntarte cosas difíciles sobre tu religión, pero hoy un amigo puede pedirte que demuestres que eres cristiano. Es tu responsabilidad hacerlo.

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