lunes, 30 de junio de 2014

Lunes 30 de junio – Amasa

Ahora bien, en lugar de Joab, Absalón había nombrado general de su ejército a Amasa, que era hijo de un hombre llamado Itra, el cual era ismaelita y se había casado con Abigaíl, hija de Nahas y hermana de Sarvia, la madre de Joab. 2 Samuel 17:25.

El grupo de poder no era demasiado grande en la época. Un hijo de David es el cabecilla de la revolución. Los consejeros de David son –para bien o para mal– quienes aconsejan a Absalón. El general del ejército de Absalón es sobrino de David y primo de Joab, quien era el general del ejército de David.
No sé si me animaría a decir que “todo queda en familia” pero, sin duda alguna, cuando la traición nace cerca de uno, duele más.
No sabemos cuáles fueron los motivos por los cuales Amasa quedó del lado de Absalón. Quizás este lo convenció, como lo hizo con tantos israelitas en su momento. Tal vez soñó con ser importante, sabiendo que en el ejército de David eso sería casi imposible, por la presencia de su primo. Acaso, sinceramente haya creído que Absalón sería un mejor gobernante que David.
La batalla se librará y el ejército de David la ganará. Amasa será derrotado, pero no muerto. Joab, siguiendo sus instintos sanguinarios y desechando la orden de David, mata a Absalón. David quita el poder a Joab e, increíblemente, se lo entrega a Amasa. No pasará mucho tiempo antes de que el general de las mil batallas de David lo asesine, así como lo había hecho con Abner algunos años antes. Los celos y la mente cruel y salvaje de Joab terminarán con la vida de quien podría haber sido el nuevo general de los ejércitos de Israel.
Pero, la pregunta que me gustaría pensar contigo hoy es: ¿por qué David daría el cargo de general del ejército a alguien que dirigió a los enemigos en la última revolución? Además de esto, la estrategia utilizada por Amasa en la batalla había sido pésima; lo que lo descalifica como estratega o jefe militar.

Si observamos la elección desde cualquier ángulo humano, no tiene sentido. La única palabra que puede explicar la decisión de David es esta: “Perdón”. Es la misma palabra que pronuncia Dios cuando piensa en ti.

domingo, 29 de junio de 2014

Domingo 29 de junio - La mujer de Bahurim

Cuando llegaron a la casa de cierto hombre en Bahurim, se metieron en un pozo que él tenía en el patio. La esposa de aquel hombre cubrió el pozo y esparció trigo sobre la tapa. De esto nadie se enteró. 2 Samuel 17:18, 19.
Me molesta la mentira. Pero, la historia de la esposa de este hombre de la ciudad de Bahurim muestra claramente que ella mintió a los soldados, y así salvó la vida a los dos mensajeros del rey David.
Esta mujer sin nombre fue como Rahab, la otra mujer que escondió espías, mintió y salvó sus vidas, además de entrar en la genealogía de Cristo. ¿Mentir tiene premio? Definitivamente, no: es el galardón de la fe, a pesar de los errores –y la mentira fue apenas uno de ellos– que cometió en su vida.
¿Hasta dónde puedo decir una mentira y que no sea considerada un pecado? Si mi mentira salva de la muerte a una persona, ¿no es pecado? Una pregunta más clara: ¿Hay alguna mentira que no sea pecado? ¿Justificamos el error por una consecuencia positiva?
El Mandamiento, que está en las mismas tablas en que está escrito que el sábado es el día sagrado de reposo, dice que no debemos mentir (Éxo. 20:16). Sin embargo, esta buena mujer miente y, por su mentira, salva la vida de los dos informantes. Luego, cuando leemos la historia en la Biblia, quedamos felices porque ella mintió y por los resultados de su mentira.
Esta mujer ¿habrá pedido perdón por su mentira o sintió –como nosotros, en muchos casos– que lo que hizo estaba bien, “dadas las circunstancias”? Obviamente, no lo sabemos; y solo tendremos la respuesta cuando, por la gracia de Dios, lleguemos al cielo.
La situación que nos plantea la historia de la mujer de Bahurim es semejante a la de la familia alemana cristiana que escondió a un niño judío en su casa. Cuando los soldados de la Gestapo llamaron a su puerta y preguntaron por el niño, ¿qué debían hacer?

No se debe mentir; pero el amor de Cristo cubre multitud de pecados. Piensa en eso en todas las circunstancias que te toquen vivir hoy.

viernes, 27 de junio de 2014

Sábado 28 de junio – Jonatán

Después de que los soldados se fueron, Jonatán y Ahimaas salieron del pozo y se dirigieron adonde estaba David, para ponerlo sobre aviso. Le dijeron: “Crucen el río a toda prisa, pues Ahitofel ha aconsejado que los ataquen”. 2 Samuel 17:21.

Dicen que la cadena se rompe por el eslabón más débil. Debe ser por eso que nadie quiere ser ese eslabón.

Esta historia podría ser un excelente guión para una película de suspenso y acción. El rey, desterrado por su propio hijo, monta una red de espionaje dentro del palacio del usurpador, a fin de organizar sus movimientos e intentar salvar su propia vida y la de quienes lo acompañan.

Un amigo personal de David se infiltra como consejero del nuevo rey, pasa las informaciones más delicadas a los sacerdotes, quienes se la pasan a una criada que sale de la ciudad, busca a los hijos de los sacerdotes, quienes –escondidos– deben llegar hasta el campamento de David para darle el mensaje en cuestión.

Jonatán y Ahimaas no estaban en el palacio, ni siquiera en la ciudad; sino que estaban en un lugar alejado del centro del poder –y de las intrigas–, sin tener acceso a ninguna información directa y concreta. Tenían que esperar a que alguien les dijera algo. Podrían haberse acomodado a una situación de “eslabón débil”, y pensar que su presencia era innecesaria. La historia demostrará que no era así.

Quizás ellos pensaron que la emoción había terminado; que quienes habían arriesgado sus vidas en favor del rey habían sido los otros; que lo de ellos era apenas un pequeño trabajo. A veces, sentimos que nos toca hacer lo menos importante. Y pensando así, no nos preparamos demasiado para el momento en el que tenemos que actuar ni realizamos la tarea de la mejor manera.

Pero, el problema está en que un joven los vio, y avisó a Absalón lo que estaba sucediendo. Jonatán y Ahimaas debieron de haber sentido la adrenalina generada por el peligro corriendo por sus venas. Terminaron escondidos dentro de un pozo.


Prepárate para realizar tus tareas, por más simples que parezcan, de la mejor manera posible. Prepárate para trabajar por Cristo, colocando toda tu atención y tu cuidado en los pasos que das y en los que dejas de dar. No puedes realizar esta misión sin poner lo mejor de tu parte.

Viernes 27 de junio – Simei

Simei le decía al rey: “¡Largo de aquí! ¡Asesino! ¡Canalla! El Señor te está dando tu merecido por haber masacrado a la familia de Saúl para reinar en su lugar. Por eso el Señor le ha entregado el reino a tu hijo Absalón. Has caído en desgracia, porque eres un asesino”. 2 Samuel 16:7, 8.

Además de ser una enorme mentira, es dicha de una manera mala, y en un momento pésimo para escucharla. Simei aparece en el destierro del rey David para insultarlo a los gritos. En el peor momento, complica aún más la situación. ¿Conoces a alguien que tiene ese “don”? Espero que no seas tú. Pero, hay mucha gente que tiene la “suavidad” y la “ubicación” de Simei para decir sus verdades; por más que sean mentiras.
Lo primero que llama la atención es que Simei lo llama asesino y canalla. Podemos aceptar que el rey David se portó de esas maneras en algunos momentos de su vida, por ejemplo, en la historia de Urías el heteo, el esposo de Betsabé. Pero, el problema es que Simei está mal informado, puesto que lo acusa de haberse comportado así en relación con la familia de Saúl; cuando la historia marca que David fue profundamente misericordioso con los descendientes de su antecesor. La historia de Mefi-boset es un claro ejemplo de esto.
Una verdad manchada por una mentira, deja de ser verdad. Tú serías capaz de beber un gran vaso de agua pura. Pero, si al mismo vaso le agregamos una pequeña cucharada de líquido de la cloaca, dejarías de beberlo, ¿verdad?
El problema está en que cuando encontramos “nuestras verdades”, no conseguimos ver nada más allá de ella misma. Nuestro límite se marca en lo que nos parece a nosotros.
No hay nada que David diga o haga que pudiera convencer a Simei de que está equivocado. De la misma manera, muchas veces, nosotros quedamos atrapados, sin movimientos, frente a los comentarios malvados y las opiniones sin fundamento que algunas personas nos ofrecen.

Luego de leer la historia de David y de Simei, me quedé pensando en Cristo, cuando fue a la cruz. Parecería que lo que corresponde es dejar que el tiempo marque la verdad sobre cada aspecto de nuestras vidas. Sé que es muy difícil, pero la fuerza viene de lo alto. Pídela.

jueves, 26 de junio de 2014

Jueves 26 de junio- Husai

Husai, que era amigo de David, llegó a Jerusalén en el momento en que Absalón entraba en la ciudad. 2 Samuel 15:37.

¿La verdad? Pago para que alguien, en el momento de resumir mi vida, diga: “Milton, amigo de…”. Realmente, sería una definición genial. El problema es que la palabra amigo exige una profundidad que no es fácil de alcanzar.
Es mucho más fácil decir que tenemos amigos que tenerlos de verdad. Creo que parte de la culpa de esta realidad la tiene la repetición de la palabra sin que se le dé la dimensión correcta. “Amigo… ¿qué hora es?” Es la forma en la que preguntamos la hora a un completo desconocido en la calle de nuestra ciudad. “Amigo… ¿puede cuidarme el lugar?”, se escucha en una fila del supermercado.
Una de las cosas que más duelen es la facilidad con la que las amistades se rompen. Parece que las relaciones de hoy no tienen garantía; ante cualquier mínimo problema, se destruyen. No tienen valor. Son exageradamente frágiles. Los límites que imponemos a nuestras amistades son absurdamente cortos.
Husai es un tipo de amigo que demuestra que otra realidad es posible. El momento en el que la Biblia cuenta que él era amigo de David, es el peor momento de su historia real. Es cuando tiene que abandonar toda la tranquilidad y el poder concentrado en el palacio, para huir a algún lugar, que ni él mismo sabía cuál sería. En el momento en el que Husai entra en Jerusalén, Absalón está tomando el poder.
Ser amigo cuando las cosas andan bien es fácil, simple, divertido. Mostrarte amigo cuando Absalón está tomando el poder de tu amigo, es mucho más complicado. No en vano Salomón resume la idea, diciendo: “En todo tiempo ama el amigo…” (Prov. 17:17).
Amigos como Husai no son fáciles de encontrar. Pero, hoy tienes la tranquilidad de poder contar con un Amigo, que es más fiel que el mismo Husai. Es tu amigo, por más que tú no seas un fiel amigo suyo. Eso me parece hermoso y, al mismo tiempo, increíble.
Dios es tu amigo cuando te portas bien, y también cuando te portas mal. Él te ama de la misma manera todo el tiempo. En su amistad no hay sombra de cambio ni de variación.


¡Hoy es un buen día para ser su amigo!.

miércoles, 25 de junio de 2014

Miércoles 25 de junio – Sadoc

 Entre ellos se encontraba también Sadoc, con los levitas que llevaban el Arca del Pacto de Dios. Estos hicieron descansar el Arca en el suelo, y Abiatar ofreció sacrificios hasta que toda la gente terminó de salir de la ciudad. 2 Samuel 15:24.

Lealtad a toda prueba. ¡Ya puedes comenzar a orar para tener un amigo como Sadoc!
Acompaña a David desde la época en la que reinaba Saúl. En los momentos más complicados de la vida del futuro rey, él ya estaba a su lado. Cuando las cosas iban perfectamente bien en el reinado de David, él estaba a su lado. Cuando Absalón se sublevó, él estaba a su lado. Cuando, al final de la vida del rey, Adonías –otro hijo de David– quiso usurparle el trono a Salomón, él estaba a su lado.
Quizá su palabra no fuera tan admirada como la de Ahitofel. Quizás él no fuese tan valiente como Joab. Pero, era alguien en quien podía confiar. ¿Se puede decir lo mismo de ti y de mí?
En la última situación de conflicto que vivió David, cuando entregó el trono a Salomón, Sadoc fue abandonado por su colega de sacerdocio de años: Abiatar –el otro sacerdote que compartió el sumo sacerdocio durante décadas– se puso del lado de Adonías. ¿Qué hacer cuando tus amigos te abandonan?
Gracias a Dios, todavía hay hombres y mujeres como Sadoc. Son quienes nos dan la tranquilidad que viene del Cielo, en los momentos de dificultad. Son quienes hablan y sus palabras llegan directamente a nuestros corazones, porque son guiadas por el Espíritu Santo. Son quienes actúan con celo cristiano y sabiduría divina, para marcar y guiar el camino correcto en los días oscuros de nuestras vidas.
Aunque el mundo entero –incluidos muchos religiosos– haya perdido la brújula, el control y la espiritualidad necesarios para ser ministros de Dios, el sacerdocio de Sadoc sigue proyectando su sombra sobre la vida de dirigentes que estén dispuestos a mantenerse fieles al Norte, a la Verdad, al Camino; dirigentes a los que ni las dificultades, ni los amigos ni las circunstancias les hagan abandonar lo correcto.
Oremos, para tener en nosotros el mismo espíritu que guió cada paso del leal Sadoc.

martes, 24 de junio de 2014

Martes 24 de junio – Itai

Pero Itai le respondió al rey: “¡Tan cierto como que el Señor y Su Majestad viven, juro que, para vida o para muerte, iré adondequiera que usted vaya!”. 2 Samuel 15:21.

Parece la respuesta que Rut diera a su suegra, cuando Noemí quiso que regresara con su familia. Pero, en realidad, son las palabras de un rey que elige continuar bajo el mando de otro monarca, entendiendo que este último está a punto de perder el reino.
La situación es simple: Absalón tiene todo para tomar el control de la ciudad de Jerusalén, e Itai puede, tranquilamente, elegir quedarse con aquel que tendrá el poder de ahora en más. Pero, para sorpresa de todos, incluso de David, elige irse con quien –en el momento– parece derrotado. David le dice claramente que se quede con Absalón (2 Sam. 15:19).
Unirse con el que parece que va a ganar es fácil, simple y conveniente. La cuestión está en aceptar unirse con quien, aparentemente, todo le está saliendo mal. Para realizar eso hay que tener fe. Y mucha.
Fe es determinación. La fe no duda. Itai no pensó qué era lo que más le convenía en ese momento. No pensó en el poder que Absalón tendría como nuevo rey.; no pensó en las ventajas que podría sacar en la nueva estructura administrativa. Itai, de algún modo, sabía que seguir a David era lo correcto, y lo hizo.
Fe es visión. La fe no es miope. Itai consiguió proyectarse hacia el futuro, y ver a David nuevamente dominando a todo el pueblo de Israel; y él quería estar de su lado.
En este momento de dificultad, quería demostrar que era confiable. Y la confianza genera confianza. A los pocos días, cuando David organiza su ejército para enfrentarse en la batalla definitiva contra el ejército de Absalón, el rey y poeta coloca un tercio de su propio ejército en las manos de este rey de origen filisteo. Itai tiene su parte de responsabilidad en la victoria conseguida.
El enemigo de Dios, muchas veces, parece estar tomando el control de la historia, del mundo, del universo. Como Itai, tenemos que elegir de qué lado nos colocaremos, a quién defenderemos en el conflicto final.
Quedarse con Absalón puede parecer lo más acertado, pero es un error fatal..

lunes, 23 de junio de 2014

Lunes 23 de junio – Ajitofel

 Luego, mientras celebraba los sacrificios, Absalón mandó llamar a un consejero de su padre David, el cual se llamaba Ajitofel y era del pueblo de Guiló. Así la conspiración fue tomando fuerza, y el número de los que seguían a Absalón crecía más y más. 2 Samuel 15:12.
Cuando Absalón lo manda llamar, todo Indica que no lo dudó ni un instante. Salió rápidamente del palacio real para unirse a la conspiración.
Él, que había sido un consejero principal de David, se transforma en el inspirador, asesor y guía del rebelde. ¿Traición? Sí; pero además, venganza.
Para entender la reacción de Ajitofel frente a la conspiración contra David, hay que recordar que él era el abuelo de Betsabé. Podrían haber pasado varios años desde aquel triste episodio en la vida del rey, pero Ajitofel no lo había olvidado. Podría haberle dado muchos y muy valiosos consejos durante todo ese tiempo, pero en el fondo del corazón lo único que esperaba era una chance para vengar el honor de su familia. Para algunos de nosotros, perdonar es un verbo que no sabemos conjugar.
Dos malas noticias llegan a oídos de David: Absalón reina en Hebrón y Ajitofel está con él. Entre los varios consejos militares, políticos y de demostración de autoridad que este último da al hijo rebelde, está el que se acueste con las diez concubinas que David había dejado en el palacio. Algunos creen que el lugar de la orgía pública de Absalón fue elegido específicamente por Ajitofel: la misma terraza del palacio desde la que David, años antes, había visto a Betsabé.
El consejo de Ajitofel era escuchado, tanto por David como por Absalón, como si fuera la voz de Dios; pero, en realidad, este hombre no tenía la verdadera sabiduría, ni temía a Jehová.
De cualquier manera, su último consejo no fue escuchado. La palabra de Husai, otro consejero de David que se había infiltrado en las filas rebeldes, fue la obedecida; lo que dio tiempo al rey para reorganizar su ejército y tener alternativas para derrotar a los conspiradores. Cuando Ajitofel se enteró de la situación, fue y se ahorcó.
La sabiduría humana, por más pergaminos que tenga y por más aplausos que reciba, tiene poco valor si no respeta el consejo divino. El enemigo de Dios puede seducirnos con ideas; que en su momento nos pueden parecer brillantes, pero su fin es camino de muerte. No lo olvides.

domingo, 22 de junio de 2014

Domingo 22 de junio – La mujer de Tecoa

Por eso mandó traer a una mujer muy astuta, la cual vivía en Tecoa, y le dijo: “Quiero que te vistas de luto, y que no te eches perfume, sino que finjas estar de duelo, como si llevaras mucho tiempo llorando la muerte de alguien”. 2 Samuel 14:2.
Joab estaba preocupado con David. Lo veía triste por la ausencia de Absalón, y quiere hacer algo para ayudar (al mismo tiempo, intenta limpiar un I poco su imagen delante del rey, después de haber asesinado a Abner).
La idea es buscar una mujer astuta para que le cuente una historia al rey que le haga perdonar a Absalón por el asesinato de Amnón.
El plan va dando resultado. David escucha, y promete a la mujer que se encargará del asunto. Luego de un breve diálogo, la mujer deja de lado su historia inventada y va directamente al centro del asunto: el regreso de Absalón.
Cuando este punto queda claro, para David es fácil descubrir que la mujer de Tecoa estaba, meramente, repitiendo un verso que había aprendido.
Muchas veces, en nuestra vida religiosa, nos comportamos igual que la mujer. Repetimos alguna cosa aprendida, un par de frases de efecto que nos hicieron memorizar en algún momento de nuestra vida; pero apenas nos hacen un par de preguntas más personales, quedamos expuestos ante los ojos del otro. Todos se dan cuenta de que nuestra historia, nuestra religión, nuestra confesión, nuestra predicación, son una mentira. Cuando el libreto se hace evidente; paralelamente, todo lo que dijimos pierde su valor. Así, todas nuestras palabras quedan envueltas en un manto de dudas.
Cuando queremos predicar de Cristo con las palabras de otro, la farsa se descubre. Nuestro testimonio “de mentirte” no consigue embaucar a las personas.
Como dice el apóstol Pablo: “No se engañen: de Dios nadie se burla” (Gál. 6:7).
Nuestra representación religiosa tiene algunos límites.
El primero: la prueba. Nadie se mantiene fiel a una ficción cuando la dificultad golpea la puerta de su vida. Los actores religiosos no llegaron al Coliseo para ser despedazados por las fieras.
El segundo: la sabiduría de Dios. Nadie conseguirá engañar al Omnisapiente.
Los actores religiosos no llegarán al cielo